Debido a su ubicación geográfica (altitud y latitud) estos ecosistemas están sometidos a condiciones ambientales extremas. Se caracterizan por tener una alta biodiversidad y un alto grado de endemismo de fauna y flora. Adicionalmente, debido a sus condiciones climáticas y a sus características edáficas y de vegetación, estos ecosistemas cumplen funciones ambientales fundamentales, especialmente aquellas relacionadas con el recurso hídrico (Díaz-Granados, Navarrete, & Suárez, 2002). Entre muchos roles, se resalta que estos ecosistemas garantizan una oferta hídrica continua, en la medida en que almacenan el recurso, regulan los caudales y recargan acuíferos, especialmente en épocas de estiaje, además la captura y retención de Carbono, y la oferta de biodiversidad (Lotero, Dossman, Castillo, Giraldo, & Fernández, 2006).